
¿Motores de combustión interna o motores eléctricos de batería?
¡Descubre la diferencia entre estos dos motores!
Los vehículos con motor de combustión interna son una parte integral de nuestra vida cotidiana, pero también son conocidos por su ineficiencia energética. De hecho, el 84% de la energía del combustible se pierde en estos vehículos debido a diversas ineficiencias en el proceso de combustión. Este desperdicio se debe en gran parte a la termodinámica, ya que los motores de combustión interna necesitan encender combustible líquido para crear un gas a presión que empuje los pistones y haga girar el cigüeñal.
Este proceso de varios pasos, que incluye la combustión del combustible, la expansión del gas en los cilindros y la transmisión de la energía a las ruedas, es donde se pierde la mayoría de la energía del combustible. Alrededor del 80% de la energía se desperdicia en los vehículos de gasolina debido a diversas ineficiencias, lo que hace que estos vehículos sean poco eficientes en términos de consumo de combustible.
En contraste, los vehículos eléctricos son sistemas relativamente simples con pocas piezas móviles, lo que los hace más eficientes que los motores de combustión interna. En un vehículo eléctrico, la electricidad de la batería se utiliza para generar un campo magnético giratorio que excita el rotor y, finalmente, acciona los ejes. Este proceso es más eficiente porque no hay pérdidas de energía en la combustión del combustible ni en la transmisión de la energía a través de una cadena de componentes mecánicos.
Además, los vehículos eléctricos también pueden aprovechar el frenado regenerativo para convertir la energía cinética de la parte trasera en electricidad y cargar la batería. Esto significa que los vehículos eléctricos pueden recuperar y reutilizar la energía en lugar de desperdiciarla como los vehículos con motor de combustión interna.
En resumen, los vehículos eléctricos ofrecen una alternativa más eficiente a los vehículos con motor de combustión interna debido a su simplicidad, eficiencia energética y capacidad para recuperar y reutilizar la energía. Esta tecnología es cada vez más popular y es probable que siga evolucionando para ofrecer soluciones más sostenibles y eficientes para el transporte en el futuro.